Ambientes Lúdicos de Aprendizaje en Bica Infancia

La Asociación civil “Un futuro mejor – Bica Infancia” está desarrollando el programa “Ambientes Lúdicos de Aprendizaje: una refuncionalización de los espacios tradicionales”. Dicho programa tiene como principal objetivo estimular la participación activa del niño en su proceso de desarrollo. A fin de contribuir a que los niños junto con sus familias y docentes puedan recibir el estímulo y afecto necesario para revertir las secuelas de la desnutrición en sus primeros años.

La Asociación civil “Un futuro mejor” – Bica Infancia” está desarrollando el programa “Ambientes Lúdicos de Aprendizaje: una refuncionalización de los espacios tradicionales”. Dicho programa tiene como principal objetivo estimular la participación activa del niño en su proceso de desarrollo. A fin de contribuir a que los niños junto con sus familias y docentes puedan recibir el estímulo y afecto necesario para revertir las secuelas de la desnutrición en sus primeros años. 

El programa “Ambientes Lúdicos de Aprendizaje: una refuncionalización de los espacios tradicionales” comenzó su primera etapa el año pasado con el análisis de la realidad de la institución y el autodiagnóstico desde la mirada de sus integrantes. Para avanzar durante este año con la refuncionalización de los espacios.

En las salas ya se comienzan a ver algunos cambios que Liliana Clúa, directora de Bica Infancia, muestra orgullosa. Los estantes ordenados con distintos materiales para crear y los rincones de juego van siendo explorados por los niños de cada sala.

Los ambientes comunican, hablan, nos transmite sensaciones, nos evoca recuerdos, nos dan seguridad o nos inquietan, pero nunca nos dejan indiferentes.

“Entendemos al ambiente como un todo indisociado de objetos, olores, formas, colores, sonidos y personas que habitan y se relacionan en un determinado espacio o físico que los contiene”, definen Judith Savino y Dianela Fernández, facilitadoras a cargo de la logística del programa.

En nuestra sociedad existe una multiplicidad de ambientes de aprendizaje (no necesariamente escolares) que exigen un análisis interdisciplinario, con el fin de poder intervenirlos, optimizando su potencial, conforme a los tiempos que corren y los niños que los transitan.

 “Cada uno de los espacios que los nenes transitan en su infancia les provoca algo, los marca para el resto de sus vidas. Porque es en ellos donde pasan los años más importantes, aquellos que los forman. El impacto de cada uno de esos ambientes es enorme, por eso, es necesario crearlos pensando en ellos, adecuando las variables de estructura, delimitación y dinamismo a sus percepciones. Contribuyendo, de esta manera, a su propio proceso de desarrollo”, destacan Judith y Dianela.

Así, un ambiente de aprendizaje debe ser un ámbito relacional que constantemente propicie el diálogo entre sus miembros, a fin de transformar el rol pasivo del sujeto-que-aprende en sujeto protagonista de su propio desarrollo.

“El juego crea una zona de desarrollo potencial y cumple una función determinante en la construcción del psiquismo y la subjetividad del niño. De este modo el niño aprende a vivir mediante el juego, y, desde la interacción con los objetos y las personas va edificando y potenciando sus estructuras cognitivas”, explican las facilitadoras.

A su vez el programa tiene por objetivo develar las capacidades latentes del niño enfatizando en las inteligencias múltiples, habilitando espacios de autonomía, donde el niño pueda elegir a qué y con qué jugar. Incorporar la forma de trabajo colaborativa entre el adulto y el niño atendiendo necesidades sociales, emocionales e intelectuales, así como también de orden y seguridad.

En este momento el programa se encuentra formando a las docentes de Bica Infancia, movilizadas por todos estos cambios, pero dispuestas a “ser las guías que sus  alumnos necesitan para incentivar sus habilidades e incorporar nuevas”.

“En este cambio vamos a ir modificando los espacios para que los nenes puedan optar cada uno por lo que quiera hacer y tener todo a su alcance. Entonces asusta pero es más lindo para el niño, más libre”, comenta Claudia Pudda, una de las docentes de Bica Infancia.

La importancia del afecto

Dentro de los ambientes, el afecto y la contención es tan importante como cualquier otra categoría de aprendizaje.

Los tres primeros años de vida del niño son fundamentales para revertir las secuelas de la desnutrición, de acuerdo con que es en ese momento en el cual se da el  desarrollo neurológico.

Durante ese tiempo uno de los órganos más vulnerables es el cerebro. Si el niño sufre desnutrición durante un lapso superior a un año tendrá al final de su tercer año de vida, un cerebro con un 40% menos de peso que un cerebro normal y las secuelas de ello son permanentes e irreversibles.

Más allá de una alimentación adecuada, el ambiente social y afectivo condiciona el desarrollo cerebral del niño. El vínculo afectivo y permanente entre el niño y sus padres, el contacto entre el bebé y su madre, a través de las sonrisas, las caricias, los mimos, las palabras, los arrullos, los juegos es tan fundamental como la alimentación.

En las palabras del Dr. Raúl Nessier, médico pediatra y creador junto a BICA CEML y el Presbítero Elbio Alberga de Bica Infancia, “al chico le puedo dar la mejor comida en cantidad y calidad pero si lo tengo abandonado llegará a los 3 años sin un desarrollo biológico, intelectual y funcional como corresponde. Si no hay amor, afecto, juego, estímulo adecuado en cada momento de la vida, ese desarrollo se vuelve imposible. De allí que este programa relacionado con la pedagogía del juego que se va a comenzar a implementar, es fundamental para el desarrollo de los chicos. El hecho de que las docentes aprendan, le enseñen a las mamás y las mamás le brinden la disponibilidad y el aprendizaje que su hijo necesita, en este contexto se vuelve importantísimo”.

Bica Infancia

La Asociación civil “Un futuro mejor – Bica Infancia” es un proyecto destinado a niños con problemas de desnutrición que más allá del asistencialismo, promueve el desarrollo humano. Trabajando junto a los padres de los niños tiene por objetivo revertir la situación de desnutrición en los primeros años y afianzar el grupo familiar.

Desde 1990, Bica Infancia viene trabajando en la construcción de un futuro mejor,  más igualitario e inclusivo, “apoyando con esfuerzos, tiempo y recursos humanos y materiales a los niños y jóvenes de alto riesgo social, para que junto a su grupo familiar rescaten sus sueños, recuperen su confianza, las fuerzas y posibilidades que les permitan una vida digna”.

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