Los días 13 y 14 de julio se llevó a cabo el curso “Educar en Derechos Humanos: desafío pedagógico y ético en la sociedad actual”, facilitado por la prestigiosa Dra. Alicia Cabezudo. Fueron dos intensas jornadas donde representantes de diferentes organizaciones, instituciones gubernamentales, asociaciones civiles, Institutos de Profesorado y escuelas de la provincia de Santa Fe y Entre Ríos, compartimos y debatimos junto a la facilitadora diferentes conceptos acerca de la importancia de educar hoy en Derechos Humanos y de las diferentes dinámicas y herramientas para hacerlo.
Los días 13 y 14 de julio se llevó a cabo el curso “Educar en Derechos Humanos: desafío pedagógico y ético en la sociedad actual”, facilitado por la prestigiosa Dra. Alicia Cabezudo. Fueron dos intensas jornadas donde representantes de diferentes organizaciones, instituciones gubernamentales, asociaciones civiles, Institutos de Profesorado y escuelas de la provincia de Santa Fe y Entre Ríos, compartimos y debatimos junto a la facilitadora diferentes conceptos acerca de la importancia de educar hoy en Derechos Humanos y de las diferentes dinámicas y herramientas para hacerlo.
En el marco de nuestro programa Cultura de paz, desde el Departamento de Educación Cooperativa de Fundación Bica tuvimos el honor de organizar este curso con la Dra. AliciaCabezudo como facilitadora. Una activista por la paz, Máster en Educación y Derechos Humanos y Doctora en Ciencias Sociales y Educación, con una trayectoria muy destacada formando educadores por la paz en todo el mundo.
Permanentemente escuchamos hablar de los Derechos Humanos, la palabra circula sin que podamos detenernos a evaluar que está realmente significando.
“No todos los derechos son Derechos Humanos. El hecho de que sean Humanos implica que son inherentes a la persona humana. Es decir, son aquellos derechos que tenemos todas las personas desde el nacimiento hasta nuestra muerte, independientemente del lugar en el que vivamos, sea esta nuestra nación de origen o no. Por lo tanto, los debemos exigir y deben estar reconocidos y garantizados por todos los Estados democráticos como reconocimiento de la dignidad y la libertad de los seres humanos”, detallaba la facilitadora.
Los Derechos Humanos son uno de los ejes que se encuentran bajo el paraguas que llamamos “construir la cultura de paz”. De allí que éstos no sólo significan una reivindicación en períodos de dictadura, autocracia o terrorismo, sino que son un objetivo permanente de la democracia.
Cómo no hablar, entonces, de educación en Derechos Humanos si ya hay un avance a nivel teórico que nos permite construir una forma de abordar pedagógicamente el tema.
¿Cómo educar en Derechos Humanos?
“¿Cómo es posible educar en Derechos Humanos?” Nos preguntaba Alicia Cabezudo y nos acompañaba a construir una respuesta:
“La escuela es un actor formidable en la preparación y organización de problemáticas que hagan ver a los educandos y educadores cómo solucionar conflictos en los cuales se respeten los derechos, se llegue a una instancia de diálogo y mediación sin que la violencia sea la instancia inmediata. El Estado debería determinar políticas públicas tendientes a la resolución de conflictos por vía pacífica, educando para la paz desde el ejemplo, erradicando la represión y las formas violentas de ejercicio del poder, así como la enseñanza de ‘tipo efeméride’, reduciendo el tratamiento de los Derechos a un único día del calendario”.
A través del Manifiesto de Sevilla de 1986 sabemos que la violencia no es innata, sino que es aprendida culturalmente por los seres humanos. Por lo tanto, si podemos aprender la violencia, podemos también aprender la paz. Facilitando, ya sea desde la educación formal como no formal, un aprendizaje participativo que escuche al estudiante, que dialogue, que de lugar a preguntas, que comprenda sus necesidades, donde el educador construya los contenidos junto al educando, teniendo en cuenta el contexto en el cual se desarrolla.
“La participación es compromiso. En el momento en que pactamos los contenidos con los educandos, ya sean, niños, jóvenes, adultos, educadores, compañeros, vecinos, iniciamos el reconocimiento de sus saberes y ellos comienzan a reconocer los del educador”, define Alicia Cabezudo.
A su vez, es necesario un aprendizaje dinámico y multidisciplinar, que abarque diferentes miradas y recursos pedagógicos.
“Los Derechos Humanos tienen que aparecer en forma transversal en todo el diseño curricular. Yo puedo estar enseñando gramática, matemática o historia y ser un aula en la cual predomina el respeto a los Derechos Humanos. La convención de los Derechos Humanos es una actitud, una atmósfera, son instrumentos específicos, pero es sobre todo relación intervincular”.
Así se fue generando a lo largo del curso una atmósfera de mutuo reconocimiento y escucha. Los participantes dialogamos y debatimos en grupos sobre cómo venimos trabajando en relación al tema y qué pretendíamos de este curso.
Surgieron diferentes necesidades y el claro compromiso de abordar cotidianamente el cumplimiento de los Derechos Humanos desde cada lugar y como una conquista de todos los seres humanos.
Programa cultura de paz
Desde el Departamento de Educación Cooperativa hace 12 años que estamos promoviendo el programa Cultura de Paz, generando acciones educativas tendientes a la construcción de esta cultura.
“Para pensar la paz, no sólo es necesaria la ausencia de guerra, sino que además implica la plena satisfacción de las necesidades humanas y realización de las potencialidades humanas. Paz significaba alfabetización, trabajo para todos, igualdad de género, solidaridad, cooperación, democracia real, además de ausencia de guerra.
Educar para la paz es educar en Derechos Humanos, para la resolución pacífica de conflictos, para la justicia social y para la democracia”, define Pilar Suárez, miembro del Departamento de Educación Cooperativa de Fundación Bica.
Los objetivos de nuestro programa son generar conciencia sobre la necesidad y los beneficios de la paz, compromiso y participación en la construcción de relaciones solidarias y participativas y formación en contenidos, herramientas y estrategias en relación a los cambios que queremos realizar.
En esta transformación es necesaria la participación de todos los actores sociales. La escuela cumple un rol fundamental, pero cada uno de nosotros forma parte de esta construcción individual, colectiva, social y política que es la cultura de paz.
Cabezudo, Alicia. "El desafío de enseñar Derechos Humanos".